Para tratar dolencias de pasajeros o dolencias estacionales, puede recurrir a los llamados "remedios naturales". Este término se refiere a una amplia gama de productos elaborados exclusivamente con extractos de plantas u otras sustancias existentes en la naturaleza. Los remedios naturales pueden tener diferentes formulaciones: infusiones de hierbas, decocciones, infusiones, tabletas, cápsulas y polvo granular. La naturalidad del remedio, de hecho, no solo concierne a su preparación, sino también a su formulación comercial, hecha exclusivamente con vitaminas, aminoácidos y otras sustancias obtenidas de las plantas. Las especies que se prestan a la preparación de remedios naturales son muchas y se llaman "plantas oficiosas". Entre los más famosos recordamos la manzanilla, el bálsamo de limón y la valeriana, plantas históricas con efectos calmantes y ansiolíticos. La medicina moderna a base de hierbas utiliza muchas otras plantas adecuadas para la preparación de remedios para adelgazar y purificar. La gama de especies utilizadas para tratar diferentes enfermedades ahora está muy nutrida. Existen remedios naturales adecuados para combatir la tos y el dolor de garganta, pero también trastornos más graves, como la depresión. Entre las plantas anti-influenza mencionamos el propóleos, mientras que entre los antidepresivos podemos mencionar hypericum. Muchos, incluso los remedios naturales contra la retención de agua o el aumento de peso, donde se aprovechan los extractos de algas o semillas y los jugos de las plantas tropicales. Entre las plantas con excelentes propiedades antiinflamatorias e inmunoestimulantes también recordamos el aloe, una especie grasa o suculenta cuyos extractos también se usan con fines cosméticos. Para que los remedios naturales surtan efecto, deben tomarse regularmente y de acuerdo con la dosis recomendada por el médico o herbolario. No se recomienda tomar remedios naturales en el caso de enfermedades crónicas o el uso simultáneo de otras drogas. Los ingredientes activos de este último, de hecho, combinados con los de los remedios naturales, pueden dar lugar a interacciones peligrosas. Deben evitarse algunos remedios caseros, como tés de hierbas, infusiones y decocciones, en caso de embarazo y lactancia. Los estudios y experimentos también confirman los posibles efectos "abortivos" de algunas plantas. Se deduce que tomar remedios naturales basados en ellos debe evitarse cuidadosamente. Sin embargo, existen remedios que pueden tomarse de manera segura incluso en el caso de condiciones psicofísicas particulares. Pero cualquier ingesta o administración de extractos de plantas siempre debe ser autorizada y controlada por un herbolario o un médico competente.